Desde su salida oficial en Ubuntu 11.04, Unity ha sido objeto de grandes discusiones. Esta claro que hay que avanzar, no podíamos usar para siempre Gnome 2, pero quizá los intentos de cambiar nuestro escritorio por uno más "moderno" de golpe no nos gustan. Así que ni Gnome 3 shell ni Unity han conseguido ser aceptados por todos.
Desde Linux Mint lo sabían y por ello se dedicaron a convertir Gnome 3, a través de una serie de parches en algo más parecido a Gnome 2, para que no nos perdiéramos tanto. El resultado: una chapuza que no es propia de una gran distribución.
Ellos se han dado cuenta y se han puesto a desarrollar su propio shell: Cinnamon, un shell ligero, pero con una estética muy cuidada.